Abren y cierran al tráfico la avenida de Navarra en un intervalo de media hora al chocar dos coches en una rotonda de Aspe sin iluminar, pintar ni señalizar
"Vísteme despacio, que tengo prisa" reza un viejo proverbio chino que en su versión más castiza vendría a traducirse en aquello de "las prisas no son buenas consejeras". Quizás fueron las prisas las que llevaron a la empresa que está acondicionando el nuevo acceso de Aspe a abrir al tráfico y de noche la avenida de Navarra. Veinte minutos después era de nuevo cerrada a la circulación al colisionar dos coches en una rotonda sin pintar, iluminar ni señalizar.
Los conductores de dos coches que circulaban en sentido contrario se "tragaron" literalmente una de las tres nuevas y flamantes rotondas de la avenida de Navarra en Aspe. Dos accidentes de tráfico difícilmente evitables que se sucedieron el pasado jueves en un intervalo de apenas cinco minutos aunque, afortunadamente, sólo hubo que lamentar daños materiales.
La empresa que desde septiembre está acometiendo las obras de mejora y acondicionamiento del acceso al casco urbano de Aspe decidió abrir al tráfico rodado este trayecto de medio kilómetro cuando ya era de noche. Un operario retiró las vallas que cortaban el paso y los conductores dejaron de utilizar el provisional desvío por la zona industrial y la calle Novelda.
Pero el nuevo tramo escondía sus peligros y pronto se hicieron patentes. Pasaban unos minutos de las ocho de la tarde cuando un joven que circulaba hacia el casco urbano de Aspe colisionaba de lleno con la segunda rotonda, la de enmedio, que estaba sin pintar, sin señalizar y, además, en una zona carente de iluminación. Saltó por encima de ella sin más opción que aferrarse fuerte al volante mientras las décimas de segundo le parecían horas. Salió por su propio pie pero su Citroën C-3 resultó siniestro total y tuvo que llevárselo la grúa. No habían pasado ni cinco minutos cuando el conductor de un turismo Nissan que circulaba en dirección Novelda se accidentaba en la misma rotonda y de la misma manera. También la grúa tuvo que hacerse cargo del vehículo porque las llantas de las ruedas quedaron muy dañadas.
Instantes después llegaba a la "zona cero" una patrulla de la Policía Local que, tras comprobar el peligro que encerraba el tramo, le dio instrucciones concretas a la empresa para que colocara de nuevo las vallas impidiendo el paso de vehículos. Una inauguración, por tanto, tan accidentada como breve pues apenas duró 20 minutos y se registraron dos siniestros. Pero podrían haber sido muchos más. Sólo la rápida actuación de la Policía Local lo evitó.
Las razones que llevaron a la empresa a tomar tal decisión se desconocen. Quizá el deseo por acabar con una obra del primer Plan E que deberá "entregarse" antes de abril y a la que el Ayuntamiento de Aspe ya le concedió una prórroga en diciembre.
"Vísteme despacio, que tengo prisa" reza un viejo proverbio chino que en su versión más castiza vendría a traducirse en aquello de "las prisas no son buenas consejeras". Quizás fueron las prisas las que llevaron a la empresa que está acondicionando el nuevo acceso de Aspe a abrir al tráfico y de noche la avenida de Navarra. Veinte minutos después era de nuevo cerrada a la circulación al colisionar dos coches en una rotonda sin pintar, iluminar ni señalizar.
Los conductores de dos coches que circulaban en sentido contrario se "tragaron" literalmente una de las tres nuevas y flamantes rotondas de la avenida de Navarra en Aspe. Dos accidentes de tráfico difícilmente evitables que se sucedieron el pasado jueves en un intervalo de apenas cinco minutos aunque, afortunadamente, sólo hubo que lamentar daños materiales.
La empresa que desde septiembre está acometiendo las obras de mejora y acondicionamiento del acceso al casco urbano de Aspe decidió abrir al tráfico rodado este trayecto de medio kilómetro cuando ya era de noche. Un operario retiró las vallas que cortaban el paso y los conductores dejaron de utilizar el provisional desvío por la zona industrial y la calle Novelda.
Pero el nuevo tramo escondía sus peligros y pronto se hicieron patentes. Pasaban unos minutos de las ocho de la tarde cuando un joven que circulaba hacia el casco urbano de Aspe colisionaba de lleno con la segunda rotonda, la de enmedio, que estaba sin pintar, sin señalizar y, además, en una zona carente de iluminación. Saltó por encima de ella sin más opción que aferrarse fuerte al volante mientras las décimas de segundo le parecían horas. Salió por su propio pie pero su Citroën C-3 resultó siniestro total y tuvo que llevárselo la grúa. No habían pasado ni cinco minutos cuando el conductor de un turismo Nissan que circulaba en dirección Novelda se accidentaba en la misma rotonda y de la misma manera. También la grúa tuvo que hacerse cargo del vehículo porque las llantas de las ruedas quedaron muy dañadas.
Instantes después llegaba a la "zona cero" una patrulla de la Policía Local que, tras comprobar el peligro que encerraba el tramo, le dio instrucciones concretas a la empresa para que colocara de nuevo las vallas impidiendo el paso de vehículos. Una inauguración, por tanto, tan accidentada como breve pues apenas duró 20 minutos y se registraron dos siniestros. Pero podrían haber sido muchos más. Sólo la rápida actuación de la Policía Local lo evitó.
Las razones que llevaron a la empresa a tomar tal decisión se desconocen. Quizá el deseo por acabar con una obra del primer Plan E que deberá "entregarse" antes de abril y a la que el Ayuntamiento de Aspe ya le concedió una prórroga en diciembre.
Espero que les pagaran los daños.Tambien me gustaria comentar que en el trallecto del pabellón(3 pasos de peatones), deberian de poner badenes porque me dá que va a suceder más de un atropello. Gracias.
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